Laura Martí

Información

En la península que más parece una isla, las playas son las estrellas principales. Son 23 pedacitos del paraíso, cada uno con su encanto y estilo propios. Geribá, la preferida de la juventud, atrae surfistas todo el año. En cambio, las aguas mansas son la marca registrada de las playas Tartaruga y João Fernandes, recomendadas para quien viaja con niños. Así también es la Ferradura, con kayak, banana boat…

El malecón central, formado por las playas del Canto, de la Armação y de los Ossos, tiene un escenario digno de una villa de pescadores, salpicado por barquitos de colores. Partiendo de allí, vaya a pie hacia las bellas Azeda y Azedinha, pequeñitas y rodeadas por vegetación exuberante. Al otro lado de la ciudad, los buenos vientos marcan presencia diariamente en Manguinhos y Rasa, puntos de encuentro de los adeptos al wind y al kitesurf.

Ícono de Búzios, la Rua das Pedras es el retrato del glamour del balneario. Con poco más de 600 metros de extensión, la "pasarela" reúne bares cool, restaurantes sofisticados, tiendas de marca, posadas, cafés, galerías de arte, heladerías, discos…

El movimiento es mínimo durante el día, pero cuando cae la noche y la iluminación amarilla se apodera de la calle, el bullicio invade cada espacio. Después de la una de la mañana, el vaivén de jóvenes, gringos y parejas por el malecón es incesante - no por gusto, las tiendas funcionan hasta el comienzo de la madrugada.

El espíritu de la Rua das Pedras se extiende incluso rumbo a la Orla Bardot, prácticamente una continuación de la vía, sin embargo acompañada por la playa de Armação. También por allá se esparcen bares, tiendas, heladerías, posadas y casas nocturnas, además de algunos de los restaurantes más sofisticados de Búzios.

La Orla Bardot, siempre coloreada por los barquitos de pesca. Una caminata a lo largo del malecón, salpicada de decks de madera, bancos y jardines, presenta las esculturas de bronce de visitantes famosos como la actriz francesa Brigitte Bardot y el ex-presidente JK. Habitantes y trabajadores ilustres – los pescadores – también son homenageados allí, a través de un bello monumento firmado por la artista Christina Motta.

Plazas

Siguiendo la Orla Bardot, se llega a la encantadora Praça dos Ossos, también con bellas esculturas en bronce de Christina. Bautizada de “Cena infantil”, la obra retrata a dos niños y un perrito blanco y negro, un homenaje al can de la artista, "Tango". En los alrededores de la placita el comercio reúne restaurantes (japonés, argentino...), tienditas de regalos y cafés. La recomendación es pedir un helado, sentarse en los bancos debajo de los árboles y disfrutar el ambiente sin prisa.

En cambio en la agitada Praça Santos Dumont, acesible por la Travessa dos Pescadores (donde termina la Rua das Pedras y empieza la Orla Bardot), el movimiento está asegurado por la feria de artesanía que ocurre todos los días al anochecer. En los puestos, bisuterías, cuadros, ropas y tapicerías colorean el escenario. La plaza también es escenario para shows, presentaciones artísticas y hasta exhibición de películas durante el Festival de Cine.